Comentario
En la época del sucesor de Ciro, Cambises, el imperio experimentó un nuevo crecimiento en las costas mediterráneas, pues, tras haberse puesto en contacto con los fenicios y los griegos de Asia, los persas estuvieron en condiciones de ampliar su campo de acción en el mar, con el uso de la flota de los nuevos pueblos sometidos. En Chipre y la Cirenaica entran en contacto con los sectores más activos de los intercambios mediterráneos. En tales condiciones, los persas se encontraban en disposición de penetrar en Egipto.
Aquí reinaba, hasta 526, el faraón Amasis, considerado el último de los grandes faraones, en cuya época los egipcios mantuvieron intensas relaciones con los griegos y los fenicios que estimulaban los intercambios en el Mediterráneo oriental. Como Creso en Lidia, se sintió atraído por los aspectos más notables de la civilización griega y contribuyó a la reconstrucción, tras un incendio en 548-547, del santuario de Delfos. Para Heródoto, se convirtió en un paradigma de esa sabiduría egipcia que debía de servir de modelo a los griegos, de tal modo que, en la alianza que sostuvo con Polícrates de Samos, es el egipcio el prototipo del moderado, el que se asusta ante el exceso de riqueza del tirano y le aconseja desprenderse del objeto más precioso de su posesión, el famoso anillo de Polícrates que luego retornó a sus manos en el vientre del pez de que le hizo obsequio un pescador. Para Amasis, esta excesiva fortuna fue motivo de ruptura, pues no podía dejar de provocar compensatoriamente una enorme desgracia. Samos y Egipto serían igualmente víctimas del imperialismo persa.
En Egipto, los persas y Cambises son objeto de una fama contradictoria. Su actitud parece haber sido permisiva, pero también corre el rumor de haberse comportado violentamente con los dioses egipcios, lo que puede relacionarse con el movimiento de rebelión encabezado por Psamético y con la fuente griega, transmitida por Heródoto, tendente a configurar una imagen persa especialmente negativa, mientras que los egipcios gozaban y gozarían de buen prestigio entre los helenos.